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Título:

Rondo. Un relato andino

 

Autor:

Miguel Garnett

 

Depósito legal:

2010-12631, Biblioteca Nacional del Perú

 

ISBN:

9786124539398

 

Edición:

4ta, octubre de 2010, corregida y aumentada.

 

Número de páginas:

367

 

Formato:

21.0 x 13.0

 


Por José Carlos Miguel Arrué Rodríguez*

 

MIGUEL GARNETT, un sacerdote inglés, graduado en filosofía por la Universidad Gregoriana de Roma, se convirtió en ciudadano peruano en 1974. Vino desde Inglaterra para sumergirse y explorar nuestra cultura. En Rondo. Un relato andino, Garnett se adentra en las vidas de Rondo y Miguel Ángel, un joven en un viaje de autodescubrimiento en los Andes peruanos. La historia se desarrolla en un entorno rural que invita a la contemplación sobre la identidad, el amor, las tradiciones y el cambio social.

“Rondo es una obra destacada de la literatura peruana que explora temas sociales y personales en un entorno andino. La trama de Rondo refleja la vida real en la Sierra Nor andina del Perú, su lucha por sobrevivir nos plantea cuestionamientos sobre nuestra propia existencia y los retos que enfrentamos cotidianamente”. (Burga, 2023)

En el inicio de la obra, Garnett describe las emociones generadas por la música y lo que experimenta, interna y externamente, Rondo:

“La visión que se le presentó a Rondo fue un flujo de colores brillantes. Sobre un fondo de azul cobalto, un naranja daba vueltas. Más abajo había a unos brochazos de verde, amarillo y rojo, confundiéndose y separándose en forma caprichosa. Luego unos pequeños cuadros blancos emergieron y con ellos una sonrisa seráfica se extendió por la cara del hombre. Rondo emitió un suspiro profundo y se preparó para gozar del baile de los colores hasta que poco a poco el ritmo se fue calmando y el huayno alegre se redujo al golpe de un bombo en su cabeza.” (Garnett, 2010, p. 23)

El autor nos sumerge en la mente de Rondo durante su conexión profunda con la música y el baile. Muestra cómo algunas personas experimentan sensaciones internas y externas en celebraciones o reuniones, así como en lugares agradables. El fragmento destaca la capacidad del personaje para crear una percepción sensorial intensa y emocionante. El autor utiliza descripciones detalladas y palabras precisas para mostrar la belleza y la rapidez de la visión de Rondo. Asimismo, la descripción del cambio de percepción y del ritmo de la experiencia aporta profundidad y complejidad al texto.

En un segundo fragmento, el autor introduce a Miguel Ángel, quien está en un momento crucial de su vida: a sus diecinueve años, se siente perdido y sin rumbo, cuestionando su lugar en el mundo y el sentido de su existencia. La muerte de su padre ha dejado un vacío profundo en su interior, y su amor no correspondido por Paulina agrava su sensación de soledad y aislamiento:

“Las vueltas que daba la cabeza de Miguel Ángel Portal no tenían nada de la gracia que el mundo bailarín había prodigado a Rondo. Giros grises y negros se alternaban y se negaban a desaparecer aun cuando el joven, tirado todavía en la cama, volvió a tratar de dormir. Pensaba: saberse vacío y sin rumbo a los diecinueve años es bien jodido. Sentí a un gusto a cenizas en la boca. Así se despertaba todas las mañanas, con la sensación n pesada que la vida no tenía sentido y que él era un ser totalmente alienado; alienado del mundo a su alrededor y de sí mismo. Se estiró en la cama quejosa, en la casona de sus abuelos en la calle Dos de Mayo del pueblo de Condorcocha y, después s de prender un cigarrillo, se echó las manos detrás de la cabeza y miró el manchado cielorraso.” (Garnett, 2010, p. 28)

Más adelante, Garnett nos dice cómo es la vida de la gente de aquel pueblo mágico de la sierra. Para lograrlo, describirá la experiencia vivida en las calles de "Dos de Mayo" en Santa María de Condorcocha:

“Esta calle, como las demás calles de Santa María de Condorcocha, dormía tranquilamente bajo los rayos del sol andino; a veces, el escenario de unos pequeños remolinos de tierra cuando había viento, o del lento andar de un perro u otro, pero para la fiesta todo cambiaba. Llegaron los mercachifles y llenaron la calle con sus toldos y sus propagandas para convencer a los compradores de que todo era de excelente calidad, importado y baratísimo. La mercadería de muchos ahora estaba amontonada sobre grandes plásticos tendidos en el suelo: ollas, servicios de cocina, ropa de toda especie, juguetes y joyas de fantasía”. (Garnett, 2010, p. 35)

En esta calle tranquila, la paz desaparece cuando los mercachifles interrumpen y se adueñan del lugar con sus toldos y sus propagandas. Se pueden apreciar objetos de todo tipo, desde ollas hasta joyerías de fantasía. La escena se transforma en una combinación de colores brillantes y sonidos envolventes, en la cual la autenticidad de la creatividad se entrega ante la pasión desesperada por la venta y el consumo. La paz y la belleza de la calle se sacrificaron a las exigencias comerciales, transformando una calle tranquila en un teatro donde la codicia y el caos compiten por ser el centro de atención. En la escena, se llega a escuchar:

"¡Buena tela, señora, buena tela! Tóquela usted y verá que no hay mejor. ¡Pan de yema, bizcochos, queques, ricos quesillos! ¡Panes, panes! ¡La mejor ropa, señores! ¡Ropa de última moda! "…La rosa blanca tiene su maña y sus espinas me hacen llorar; así lo mismo mi gran cholita…”  (Garnett, p. 35)

Rondo. Un relato andino nos enrostra nuestros defectos, nos desnuda frente a ese espejo que constituye la personalidad de cada uno de los personajes, en algunos de los cuales encontraremos sin duda nuestra propia imagen. De todo esto surge un mensaje directo a nuestras conciencias, un llamado de atención destinado a reforzar la parte más débil de la idea que aún tenemos de la sociedad peruana, sea cual sea el estrato social del que provengamos o el escalón estructural que representamos. (Librería Cultura Peruana, 2017)

 

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Basquetbolista, cinéfilo y lector, José Carlos Miguel Arrué Rodríguez nació en 2006. Estudia Psicología en la Universidad Privada del Norte, Cajamarca. Estes es su debut, su primera colaboración con nuestra página.




Por Damaris Cabanillas, Raquel Chalán y Nancy Peregrino


CAJAMARCA, un lugar rodeado de valles y teñido por una cultura multicolor, no es simplemente un punto en el mapa, sino un universo lleno de emociones y vivencias que moldean nuestros sueños desde pequeños. Sus carnavales, cuentos, leyendas y tradiciones se entrelazan con la calidez de su gente para crear un lienzo vivo de experiencias y recuerdos inolvidables. En las palabras del artista Joan Alfaro, de quien analizaremos en el presente texto sus obras pictóricas, refiere: “Yo vivo allá y creo que por eso emana tanto el tema de la imaginación, es fructífero en mi caso. Para mí es un lugar muy especial […], Cajamarca ha crecido como ciudad, para mí sigue siendo un pueblo, las costumbres no se pierden y uno sigue hablando con el vecino de las tradiciones...”. Así manifiesta su admiración e inspiración a su ciudad natal. Joan Alfaro tiene la magia en sus venas. Esto le ha permitido salir adelante de manera rápida, llevan su arte no solo a todo el Perú, sino también a países de Europa. Su obra se ha visto influenciada por la admiración de mujeres importantes en su vida, de allí que gran parte de sus obras retrata a la mujer, además en cada una de ellas está cargada de sentimientos como se puede evidenciar en su pintura.



Alfaro, J. (2020). La llorona, Cajamarca


El cuadro representa a una mujer que muestra una aparente libertad y belleza sorprendente, pero también evidencia tristeza en sus ojos. La mitad del cuerpo descubierto y los adornos coloridos sugieren una personalidad desinhibida y empoderada, mientras que las lágrimas en sus ojos revelan un dolor interno que intenta ocultar con una máscara. Esta dualidad entre libertad y tristeza se refleja en la obra, destacando su lucha interna, su autenticidad y las presiones sociales. De esta manera, el artista logra transmitir la complejidad emocional de la mujer, mostrando su fuerza y vulnerabilidad al mismo tiempo. Sin embargo, el contraste entre la aparente felicidad externa y la tristeza interna podría haberse destacado de manera más impactante en la obra. Mostrando tal vez colores fríos que van más con el sufrimiento representado. La obra parece interrogar lo siguiente: ¿Hasta qué punto estas expectativas llevan a las mujeres a ocultar sus debilidades y a mostrar una fachada de felicidad? ¿Cómo podemos fomentar un ambiente donde las mujeres se sientan libres de ser auténticas y vulnerables sin temor al juicio social?


Alfaro, J. (2023). Mayo, el mes más bello del mundo, Cajamarca


Esta obra refleja el profundo amor y gratitud hacia su madre. El artista utiliza colores vivos, las flores expresan la ternura y el afecto que siente hacia ella. La pintura evoca la sensación de recibir un abrazo cálido y reconfortante, celebrando el vínculo especial entre madre e hijo. Joan Alfaro busca transmitir sus emociones y recuerdos, honrando la importancia de la madre para su vida. Proporciona un equilibrio entre la esencia del amor maternal y sus maravillosos recuerdos de infancia.  Tal vez, lo que le faltó plasmar es a una madre con símbolos de lucha, más que rosas para sacar adelante a sus hijos. La obra nos invita a reflexionar sobre la capacidad del arte para comunicar emociones profundas y experiencias personales, especialmente con las relaciones familiares y el amor maternal.


Alfaro, J. (2023). Siempre sentí tener un alma vieja, Cajamarca


Aquí retrata la vida de un anciano a través de elementos simbólicos: una casa familiar llena de globos rojos y una hoja de papiro que cuenta sus experiencias. El anciano al parecer está inmerso en sus recuerdos, representados por los colores y las imágenes vivaces que llenan su mente. Su rostro refleja la sabiduría y la nostalgia de una vida bien vivida, destacando la importancia del hogar y los momentos felices a lo largo de los años. Destaca la habilidad del artista para transmitir recuerdos a través de la obra. La obra permite cuestionarnos: ¿Qué es lo más valioso después de vivir una vida larga y llena de experiencias? La respuesta nos invita a pensar en la importancia de cultivar relaciones significativas y atesorar los momentos felices que compartimos en el hogar con nuestros seres queridos a lo largo de una vida.


Alfaro, J. (2021). Un niño de la calle, Cajamarca


En Un niño de la calle, Joan Alfaro representa la triste realidad de muchos niños en situación de pobreza y abandono, en contraste con la aparente alegría de los carnavales de Cajamarca. La obra captura la soledad y el sufrimiento de un niño cuya única compañía es su mascota, un perro que comparte estado de ánimo. El artista plasma una realidad sin tapujos. A la vez, busca generar conciencia en el espectador, cuestionando: ¿Qué hacemos nosotros para buscarles un mundo mejor? ¿Por qué al festejar la vida olvidamos a los más vulnerables? Sin lugar a dudas, Joan Alfaro  nos invita a reflexionar sobre la responsabilidad individual frente a las distintas realidades de la sociedad en que vivimos.


Las obras pictóricas del artista Joan Alfaro rinden homenaje a las emociones, los sentimientos, las experiencias y la cultura que definen nuestra vida. A través de sus colores, formas y símbolos, logra capturar la esencia de la naturaleza humana. Sus cuadros no solo transmiten sus propias emociones, sino que también resuenan profundamente en nosotros como espectadores.


***


Barja, L. (2019, diciembre 6). Joan Alfaro, el pintor autodidacta que convirtió a Cajamarca en su fuente de inspiración. RPP. https://rpp.pe/cultura/mas-cultura/joan-alfaro-el-pintor-autodidacta-que-convirtio-a-cajamarca-en-su-fuente-de-inspiracion-noticia-1238257

Instagram. (s/f). Instagram. Recuperado el 5 de junio de 2024, de https://www.instagram.com/joanalfarooficial?utm_source=ig_web_button_share_sheet&igsh=ZDNlZDc0MzIxNw==

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