VALLEJO condensa una serie de factores intactos y aún no profanados en la actualidad.
Hablar de Vallejo hoy, congrega a rendir culto a uno de los más celebres poetas
que existió en el mundo. En determinadas etapas de la obra de Vallejo, se
aprecia el hombre comprometido, en primera instancia con su origen y familia,
luego la preocupación del yo existencial, y
posteriormente llega a crear en tercera persona la constante inquietud sobre la
humanidad. En diferentes procesos encontramos la tendencia de ya no pertenecer
a un país, sino al mundo; difícil suceso que cada artista debería cumplir y
nuestro querido César Abraham Vallejo Mendoza lo ha logrado a medida de sus
versos siguen el sendero de la universalidad y eternidad (dignos elementos de
su naturaleza).
César Vallejo, en su obra, identifica el individuo
y sujeto como esencia de un nómade invisible, volviendo al primer
momento en que estuvo, pero en un lugar diferente. Extrae una secuencia
perfecta de sucesos, ligados premonitoriamente de abismos y volcanes arcaicos,
teniendo en cuenta que cada verso es anterior y la vez posterior al otro.
Vallejo ha demostrado ser un poeta de acto y no un poeta en
potencia, sumergiendo al lector no a un discurso poetológico o interpretativo,
sino instrumental, definiendo su diversidad poética con condiciones de
producción polisémica. Atribuyendo su línea poética a compases armónicos de
extraña fragancia, balanceándose en una comunicación objetiva debido a su
propia singularidad. Vallejo exige una profundidad abismal para el
entendimiento de su técnica y pensamiento, se debaten finos roces lingüísticos
que desintegran el verso y prosa tradicional. El arquetipo logocéntrico y la
emotividad opaca de Vallejo, llega a remplazar siglos de incertidumbre poética
y enlaces de diferente dimensión. Los Heraldos Negros generan
una revolución poética, moldeando signos como la energía y la condensación de
la invención poética, desarrollando la eliminación de toda palabra de
existencia accesoria, con el nacimiento de la expresión pura encontrada en los
verbos y en los sustantivos. En relación a los mitos correlativos de la palabra
exacta, Vallejo pregona una economía de la palabra, logrando una morfosintaxis
penetrante. La inmensa infinidad de la lengua natural, no extrae precisiones
efímeras, al contrario sustituye códigos de solidez inventiva con la finalidad
de prolongar una ligera perfección emergida por la causa total de los efectos
de sus textos literarios.
Vallejo delimita sus fronteras con furtivas
expresiones coherentes y llenas de riesgos al inequívoco, revelando propiedades
desconocidas del absoluto imposible e inexpresable. En Europa, César Vallejo
desarrolla el trabajo periodístico, logrando aportar un material de
considerable importancia para la crónica, aun no explorada de manera compleja
por sus críticos. Los textos narrativos del autor de Fabla Salvaje,
argumentan una densa línea de exploración, donde la etapa evolutiva marca un
rigor de estricta veneración en su prosa. El inicio de la narrativa vallejiana
experimenta esencialmente rastros de literatura oculta que han sido
encontrados, gracias a una intensa búsqueda artística. En Tungsteno y
en el famoso Paco Yunque, encontramos una preocupación directamente
vinculada a los años que Vallejo dedicó al estudio del marxismo en Europa y la
escritura de estos do textos roza muy de cerca el tiempo en que escribió sus
reportajes dedicados a la Unión Soviética: Rusia en 1931 y Rusia
ante el II Plan Quinquenal. Queda así reflejada la ruta de un cambio de
motivaciones que tuvo resultados muy concretos en la literatura de Vallejo. En
sus escritos periodísticos los argumentos paralelos trascienden frenéticamente
como en “Autopsia del surrealismo” resulta un texto muy iluminador y coincide,
además, con la postura asumida por los literatos latinoamericanos de la época.
Moderando el concepto de las maravillas surrealistas, de modo que el
cuestionamiento sobre la ideología, emplea una función de modelo cultural
dominante, detallando un aspecto resaltante en las crónicas de Vallejo. En
conjunto, la narrativa vallejiana puede tener menor valor que su poesía y esto
es algo que puede decirse sin exagerar con la subjetividad; sin embargo las
tensiones que existen en su prosa arrojan muchos signos sobre la
intelectualidad y espiritualidad del autor. César Vallejo no solo forma parte
de la poesía, o la poesía formó parte de él, también dejó un legado de
indudable exquisitez en su narrativa, logrando ser un escritor explorador de la
tan inexplorable jungla literaria.
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